
UN POCO DE MÍ

Trabajando como Chef panadera y pastelera desde hace varios años, con el ritmo de trabajo, la presión laboral, la tensión diaria, el estar parada por más de 12 horas al día y tener una pobre alimentación (aunque ustedes no lo crean las personas que trabajan en cocinas son las que peor se alimentan), empecé a sufrir alergias que se manifestaban en la piel, teniendo dermatitis de 3er grado al tener contacto con el sol y el calor, también malestares estomacales y por último me fue diagnosticado hipotiroidismo (subiendo 20 kg en 2 meses).
Pasé por una serie de doctores (dermatólogos, alergólogos, gastroenterólogos, ginecólogos, internistas, endocrinólogos, etc., etc.) hasta que en una consulta con un médico ambientalista me realizaron unos estudios, cuyos resultados reflejaron que no debía comer una serie de alimentos tales como huevo, lácteos, levaduras, gluten, almendras, calabaza, hongos; entre otros, y que se me recomendaba cambiar de profesión porque además de que el gluten me hacía estragos en el estómago, me provocaba urticaria al tocar harinas que contenían esta proteína.
Me preocupaba este hecho y me propuse buscar alternativas con las cuales pudiera seguir cocinando y que pudiera comer sanamente; es así que me topé con la trofología, adoptándola como ALIMENTACIÓN CONSCIENTE.
La Alimentación Consciente (alimento alcalino, enzimático y vivo), me dio una pauta, un suspiro, haciéndome caer en cuenta que lo que estaba haciendo anteriormente no me ayudaba, ni me satisfacía y que me estaba acarreando más problemas que soluciones tanto en mi vida laboral (cocinera), como en lo personal (salud). Y con esta palabra “salud”, quiero acentuar mi relato en este tema...
Actualmente mi salud ha mejorado drásticamente, me siento muchísimo mejor, con más energía, entusiasmo y con ganas de seguir adelante.
Todo se escucha divino pero, ¿qué pasa con la alimentación del día a día? Pensaba antes que solamente podía comer ensaladas y volverme un “conejo”, pero es más que eso. Hay un sinfín de posibilidades e ingredientes que no conocía y distintos modos de elaboración de alimentos lo cual me entusiasma en sobremanera.
Incluyendo varias herramientas se forma la COCINA ALTERNATIVA, dónde personas que son sensibles, intolerantes o alérgicas tengan una opción alimenticia fácil y llena de salud y no sentirse desesperados por encontrar una manera de comer deliciosamente.
Estoy tomando riendas en el asunto y ahora mi atención recae en los productos que ingiero para tener salud y no solamente comer para llenar el “hueco”. Y si creen que es “demasiado bueno para ser verdad”, prueben e intenten hacer ese cambio y verán que no se arrepentirán.